QUÉ PAPEL DE REGALO NI QUÉ FALTA DE PRESUPUESTO.

Hula, gentecillas del Internete. Tras mucho estruje de cacúmenes y toda esa pesca de los que les da por pensar polque no tienen más que rascar (uy, mira, me ha rimao), nos hemos inclinao hoy a echaros una patica con los regalos pa que no resulte tó tan soso y tan lo de siempre y esto y lo otro.
Nos referimos claro está a que si tenéis cacer un paqueste pa la colonias u los gallumbos, por lo menos que se salga de madres lenvoltorio y asín le dáis otra vidilla a la cosa. ¿Como?. Velay la cuestión, pardales. Como diría CherlokJolmes: eslemental, querido Guasón (que como su mismo nombrindica quié dicir: no tengo ni la menor).
Peeeero, nos ha venío a salvar el Sétimo de los Horses en la bandeja dentrada del cartero con unas ideas que lo flipas pepinillos pa reciclar cosas desas que se reciclan y que andan dando la barrila por casa. Véasel ejemplo, que hay pa parar un AVE:

Mirar que apañao para hacer un a modo de atao con ropa.

Esta pa los meslómanos, que seguro que tienen porrón de partituras por  ahí.

No tirar los viejos mapas, que para un efecto vintage no se fale  hacer esto con el TON.TÓN.

Este nos encanta por todo. Fotoperiolistos, tomad notas ques el non plus ultra de los colmos.

¡Quietosparaos!, hay algunos chinos que utilizan destos  cesticos:  echarle morro y pedidles algunos con el  lollitoplimaveras. Lo del molinillo ya es pa espatarrarse de cuquimono (Kimono, je, que no pilláis una copón).

Con eso de las bolsas de papel pa qué os voy a contar, es cai que dejar volar la creatividás y la purpurina y las tijeras. Si metéis virutillas del aserradero más cercano- el que lo tenga- pos teta.

¡MUAHAHAHAHAAAAAAA, no sé que se podría meter nuna weberas, pero caber cabe.

Monopoly powerrrrrr. Tamién falen otros juegos de mesa. Genial para nostálgicos pero os quedáis sin tablero, ojo.

Un bote lleno dabuita y brillantina con algún muñeco adentros pa que le nieve encima. La delicia de cualquier crío.


Buéh, como ejemplo creemos que con esto tenéis pa estar entrestenidos unos palitos del relós y olvidarse de las gilitonteces de tós los días. ¡Que ya no queda ná pa Navidá!. Chaucacau.